MENSAJE DE LA CÓNSUL EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

 El 8 de Marzo se conmemora en todo el Mundo el Día Internacional de la Mujer.  Esa celebración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1975.
 
Se escogió esa fecha pues el 8 de marzo de 1857,  hace 151 años, más de 120 trabajadoras hicieron un paro en una fábrica textil de Nueva York, en demanda de una reducción de la jornada laboral, de 16 a 10 horas,  y de mayores salarios, que equivalían a un tercio de lo que ganaban los varones.  Las huelguistas fueron violenta y salvajemente reprimidas.  Casi todas murieron carbonizadas.  Esas mártires, muchas de ellas inmigrantes, son paradigma del coraje, del temple, de la mujer.
 
Es cierto que desde entonces se ha obtenido logros en favor de los derechos de las mujeres.  Pero aún falta mucho por avanzar.   De las 1,500 millones de personas que en nuestro planeta viven en situación de extrema pobreza, un 70 por cierto pertenecen al género femenino.  Pese a los esfuerzos en marcha, y a realizaciones alcanzadas, en muchos lugares las mujeres siguen siendo excluidas,explotadas, maltratadas, discriminadas.
 
La ocasión es propicia para recordar a una insigne peruana, quien hasta su muerte en 1844, fue abanderada mundial de la causa de las mujeres:  Flora Tristán.  Su prematura muerte, a los 41 años, se debió en cierta medida por haber sido herida de bala poco tiempo atrás en Francia por su autoritario y dominante esposo.
 
En esta significativa fecha deseo rendir un efusivo homenaje a las peruanas que residen en los Países Bajos.  Me ha sido dable y muy grato comprobar que mis compatriotas residentes en mi jurisdicción son dignas exponentes de las mujeres que procuran la igualdad, el respeto de sus derechos, el reconocimiento de sus méritos. 
 
Me siento muy orgullosa de contar en mi ámbito consular con mujeres como mis connacionales, que sobresalen nítidamente en sus respectivas actividades.  Se destacan como madres, esposas, hijas, profesionales,  conductoras del hogar, trabajadoras en general,  artistas, estudiantes. Se distinguen igualmente por su liderazgo, acendrado patriotismo, que saben inculcar a sus descendientes, y por su solidaridad con sectores necesitados de la propia colectividad y de nuestro Perú.
 
Todas ustedes, queridas connacionales, contribuyen a que la comunidad peruana en Holanda, constituida mayoritariamente por mujeres, sea altamente apreciada.
 
Deseo recordar que el 8  de marzo de 1983, o sea hace veinte y cinco años, en el Día Internacional de la Mujer, físicamente dejó de existir una notable peruana cuya obra perdura: Chabuca Granda. Una coincidencia muy fehaciente.
 
Feliz Día de la Mujer, mis muy queridas compatriotas.
 
Liliana de Torres-Muga