
En el templo se observa muros, banquetas y pilares adornados con frisos en alto relieve, de colores amarillo, blanco y lila, con imágenes que representan pelícanos, olas marinas, serpientes, entre otras, y escenas de tempestades.
Igualmente, en el centro de la plaza donde se halla el templo, se ubica un estrado que habría sido utilizado en ceremonias de sacrificios. Se considera que el templo puede tener relación con Naylamp, el mitológico dios que según la leyenda llegó desde México por mar a la zona, con numeroso séquito, para fundar el Reino de Sicán y la Cultura Lambayeque, en el siglo IX.
Naylamp traía consigo un ídolo, llamado "Yampallec". Los lingüistas establecen una conexión entre las palabras "Yampallec" y "Lambayeque". Por añadidura, también con "Jequetepeque", "Reque", “Huerequeque”.
Según el arqueóologo Samuel Castillo Reyes, el nuevo templo será abierto a los visitantes a fines de este mes de marzo. Por ahora está protegido por una estructura que pone los restos a salvo del fuerte Sol veraniego de la norteña Costa peruana.
Los trabajos de rehabilitación del templo y alrededores ha demandado una ïnversión de 300 mil soles, equivalentes a 108 mil dólares, procedentes del Estado peruano.